Un rápido vistazo al maíz amarillo

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que la balanza agropecuaria y pesquera tuvo un alza tanto en exportaciones como en importaciones durante el primer semestre del año, con un saldo positivo de 1,945 millones de dólares. 

Alrededor de 56% de las importaciones tuvieron aumentos, pero fue el sector de granos el que registró el mayor incremento, con 21%. Solamente de maíz amarillo, se importaron en los primeros seis meses del año 8.1 millones de toneladas con un valor de 2,122 millones de dólares, mientras que en 2020 las compras fueron por 7.7 millones de toneladas, lo que significó una erogación de 1,347 millones de dólares.

El país consume alrededor de 43 millones de toneladas de maíz al año –entre maíz blanco y maíz amarillo–, pero solamente se producen alrededor de 27 millones de toneladas, por lo que es necesario importar, al menos, 38% de las necesidades de consumo.

La mayor parte de las importaciones mexicanas de maíz corresponde a grano amarillo, el cual, tan solo desde el primer trimestre de 2020 al mismo lapso de 2021, se incrementó 15%, al pasar de 3.3 a 3.8 millones de toneladas, de acuerdo con cifras oficiales.

En México, el maíz amarillo se usa, principalmente, en la industria de alimentos como almidón, endulzantes, frituras, hojuelas y para la producción pecuaria, por lo que el aceite de maíz amarillo es uno de los productos más importante de la industria nacional de refinado de maíz.

El aceite de maíz es bien valorado por su funcionalidad, su excepcional sabor, su asequibilidad y sus beneficios para la salud. De hecho, ayuda a sustituir una cantidad importante de grasas saturadas en muchos productos, y es la mejor opción para reducir las grasas trans en botanas o snacks.

Las pruebas de fritura en laboratorio demuestran que el aceite de maíz se comporta de forma casi idéntica al aceite de semilla de algodón cuando se utiliza para freír papas congeladas y puede combinarse con aceite vegetal totalmente hidrogenado para producir margarinas sin grasas trans, por lo que también es una buena opción para la industria restaurantera.

El aceite de maíz se obtiene del germen del grano de maíz y es uno de los favoritos de los cocineros por su alto contenido en grasas mono y poliinsaturadas; además, muchos aderezos para ensaladas lo utilizan por su sabor limpio, además de que las grasas poliinsaturadas ayudan a reducir el colesterol.

Pero este aceite no solo sirve para comer, ya que suele encontrarse también en productos como jabones, champús, limpiadores y productos para el cuidado personal, como los cosméticos.

Además, aproximadamente entre 35% y 40% del grano utilizado por la industria de refinado de maíz se convierte en productos para la alimentación animal y son un importante producto básico para esa industria.

Por todo esto, diversas empresas están apostándole a apoyar al campo mexicano y mejorar la producción del maíz amarillo en el país. Una de ellas es la Industria Mexicana de Coca-Cola, que para continuar con la compra de productos locales, realizó alianzas con pequeños y medianos productores de Jalisco, a quienes les brinda capacitación técnica y asesoría.

Así, garantiza el abastecimiento local de maíz amarillo mexicano, sumando a productores de ese y otros estados del país para lograr el objetivo de apoyar una cosecha de 100,000 toneladas para este 2021.

A partir del maíz amarillo también se obtienen almidones que son utilizados por las industrias cervecera, farmacéutica, textil, alimenticia y en la fabricación de empaques de cartón, por lo que se trata de un producto de suma importancia para el desarrollo de México y el mundo.



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