MÉXICO VIOLA EL T-MEC AL NO REALIZAR EVALUACIONES CIENTÍFICAS REGULATORIAS: EEUU

Ante miembros del Senado de Estados Unidos, Michelle McMurry-Heath, presidenta y CEO de Biotechnology Innovation Organization (BIO) –la entidad comercial más grande del mundo que representa a la industria biotecnológica– dijo que ese país debe tomar medidas para contrarrestar la amenaza de México de prohibir el maíz transgénico del suministro de alimentos para humanos.

“El hecho de que México no haya realizado evaluaciones científicas regulatorias en más de tres años, su desprecio por el debido proceso y la transparencia, y su decreto de prohibir arbitrariamente tecnologías clave es una violación directa tanto de la letra y el espíritu del T-MEC, como de los compromisos con la Organización Mundial de Comercio”, declaró, mediante un testimonio escrito, durante la reunión con los miembros del Comité de Finanzas del Senado estadounidense, en el marco del primer año del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).

McMurry-Heath exigió una fuerte respuesta del gobierno de Estados Unidos ante la continua negativa de México en ese tema, postura que fue bien recibida por los legisladores, varios de los cuales expresaron consternación por la postura de México y del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Hace unos días, la Secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier, estuvo en Estados Unidos para reunirse con  Katherine Tai, representante Comercial de Estados Unidos, por lo que McMurry-Heath agradeció a esta última que tratara el tema, aunque enfatizó que eso no será suficiente.

“BIO y sus miembros temen que México continúe con el status quo y posiblemente ampliará el alcance del decreto a otros productos agrícolas, lo que agravaría el impacto en el comercio de Estados Unidos y la innovación futura”, advirtió la representante de este organismo que reúne a mil empresas y organizaciones de ciencias de la vida de 30 países para apoyar los avances científicos que mejoran la salud humana, el cuidado del medio ambiente y la agricultura sostenible.

Agregó que, lo que calificó como “una creciente intransigencia de México hacia los transgénicos” podría traducirse en una barrera para los alimentos producidos mediante la edición de genes.

“Los miembros de BIO están aprovechando activamente las técnicas de edición del genoma para ayudar a las plantas, los animales y los microbios a ser más resistentes a las plagas, enfermedades y el clima extremo, y reducir el uso de insumos agrícolas”, apuntó la también doctora en Medicina e Inmunóloga.

“Mientras emerge el panorama regulatorio global, varios países productores agrícolas, incluida la mayor parte del hemisferio occidental, han establecido vías regulatorias para productos derivados a través de la edición del genoma, pero México se destaca como la principal excepción”.

McMurry-Heath reiteró que la negativa de México a aprobar nuevos rasgos transgénicos ya le ha costado mucho dinero a los agricultores, exportadores y empresas de tecnología de Estados Unidos.

Subrayó que la negativa total de México a emitir nuevas aprobaciones está generando un cuello de botella, bloqueando la comercialización de 23 rasgos en manzanas, canola, maíz, soja y papas.

En la misma audiencia, miembros del Comité de Finanzas aseguraron que en México también es lenta la implementación de la reforma laboral que México se comprometió a impulsar al momento de firmar el T-MEC.

“México hizo compromisos para mejorar los derechos laborales de sus trabajadores y se está moviendo muy lento en la implementación de estas leyes para impulsar el cumplimiento, se han usado los mecanismos de respuesta rápida”, sostuvo el demócrata y presidente de ese Comité, Ron Wyden.

“México se niega a aprobar productos innovadores, incluyendo el maíz y soya transgénicos, sin base científica”, reiteró.



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