¿POR QUÉ ES SEGURO EL GLIFOSATO?

De acuerdo con datos surgidos de diversas investigaciones y monitoreos en el mundo, el glifosato no representa un riesgo para la salud humana, como algunos han querido hacer creer.

El glifosato está aprobado para su uso en más de 160 países porque, entre otras cosas, se ha comprobado que no representa riesgo alguno a través del agua superficial o potable y no existe evidencia de que provoque contaminación persistente del agua subterránea.

Por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en ingles) evaluó más de 100 estudios sobre la carcinogenicidad del glifosato y, en 2020, concluyó que no identificó ningún riesgo para la salud humana debido a la exposición a este.

Asimismo, ese organismo evaluó a fondo los riesgos para las personas que estuvieran expuestos al glifosato en todos sus usos posibles y en absolutamente todos los casos no identificó riesgo alguno. De esa forma, en sus conclusiones, la EPA reiteró que no es probable que el glifosato sea cancerígeno para los humanos.

Por su parte, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y organismos regulatorios de países como Australia, Japón, Corea y Canadá revisan de manera periódica los productos a base de glifosato que usan en sus actividades agrícolas, y constantemente han reafirmado que se pueden usar de manera segura.

Tecnología de precisión

Hay algunos estudios que aseguran que se han encontrado restos de glifosato en algunos alimentos; sin embargo, es normal que los cultivos contengan cantidades muy pequeñas de elementos que se utilizan o están presentes en el entorno en el que se cultivan.

Gracias a los avances de la tecnología, los expertos pueden garantizar hoy que los alimentos sean seguros gracias a que les permite detectar ciertas sustancias en unidades tan pequeñas como una milmillonésima parte de un gramo. Para tenerlo más claro: Una milmillonésima parte de un gramo equivale a una gota de agua en una alberca olímpica.

Para medir las trazas de elementos que se utilizan en el cultivo y que se puedan encontrar en los alimentos, las autoridades reguladoras del mundo tienen reglas sumamente estrictas. Por ejemplo, la EPA y la EFSA establecen límites de exposición diaria de, al menos, 100 veces por debajo de los niveles que se ha demostrado que no tienen efectos negativos en estudios de seguridad. Los niveles que a veces se encuentran en los alimentos son sumamente pequeños y están muy por debajo de cualquier nivel de preocupación.

Por ejemplo, una persona podría ingerir una cantidad –poco realista– de 450 cajas de cereales para el desayuno cada 24 horas durante el resto de su vida, y aún estaría en un nivel de exposición al glifosato considerado seguro por la EFSA.

Afectaciones a los productores mexicanos

Mientras no haya en México un sustituto igual de efectivo que el glifosato, debe permitirse su uso, ya que se podrían generar otros problemas en terrenos como el económico debido a que el país perdería competitividad contra sus socios comerciales.

Si en México se encuentra una solución alternativa, igual de eficiente y de bajo costo como el glifosato, seguramente los agricultores del país podrían utilizarlo; sin embargo, por ahora no existe esa alternativa, por lo que prohibir su uso equivale a quitarles una herramienta sumamente importante para su labor diaria.

Prohibir el uso del glifosato –que se usa desde la década de los años 70– es una decisión equivocada que se toma únicamente de interpretaciones radicales y alejadas de la ciencia, por lo que es importante difundir estudios como estos que se han hecho en todo el mundo y que sostienen regulaciones vigentes en muchos países.

El glifosato es una herramienta muy apreciada por los agricultores que desean practicar una agricultura sustentable gracias a que se trata de un producto versátil, efectivo, seguro y de bajo costo.

Hoy, México está dentro de los cinco países más limpios a nivel mundial de enfermedades animales y vegetales, lo cual es su carta de presentación ante los mercados internacionales y que le ha llevado más de 30 años construir a los productores pequeños, medianos y grandes del país, y una mala decisión puede acabar en poco tiempo con ese trabajo.



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