LOS AGRICULTORES Y EL GLIFOSATO

¿Qué opinan los productores sobre la prohibición del glifosato?

El glifosato es una herramienta muy importante en la producción nacional de alimentos, porque permite, entre otras cosas, producirlos a precios accesibles. Un sondeo entre productores arrojó que la mayoría utiliza glifosatos porque brinda ventajas como un excelente control de malezas de diferentes tipos, lo cual les permite ahorrar dinero.

Sin embargo, dejar de utilizarlo representa un incremento en los costos de control de malezas y, por lo tanto, en el costo de producción de los cultivos, así lo considera el 58% de los participantes en el sondeo.

Es por esta razón que 65% de los que respondieron el estudio está en desacuerdo con que se deje de producir el glifosato ya que, además, eso representaría la obligación de contratar o utilizar más mano de obra, el cual es uno de los factores que podría aumentar los costos de producción y que, inevitablemente, se reflejaría en el precio final al consumidor.

Y es que el glifosato no puede ser reemplazado por otros productos en el mercado debido a que no cuentan con los mismos atributos, por lo que carecer de él generará menores rendimientos, menos ingresos y, en algunos casos, el final definitivo de la producción.

Si los productores mexicanos no tienen acceso a herramientas para la protección de cultivos como el glifosato, serán incapaces de generar comida suficiente para el consumo interno y mucho menos para exportar al mundo.

Esto, además de afectar la autosuficiencia alimentaria del país, podría generarle al gobierno mexicano el problema de enfrentar represalias económicas o sanciones comerciales, ya que, recordemos, México no podría exportar importantes productos, como cerveza, berries, aguacate o tomate.

Derrumbar el mito

El glifosato es un producto utilizado desde hace muchos años en el mundo, y los agricultores obtienen muchas ventajas de él; sin embargo, la desinformación de las personas ajenas al campo lo han envuelto en una polémica innecesaria.

Lo primero que hay que saber es que el glifosato inhibe una enzima que está presente en las plantas y que es esencial para su crecimiento, sin afectar a los animales; así, los agricultores pueden asegurar cosechas más productivas usando menos tierra, lo cual es bueno para el medio ambiente.

Las malezas suelen competir con los cultivos para obtener nutrientes, agua, luz y espacio, de ahí la importancia de eliminarla de la manera más rápida y económica posible con el glifosato, el cual también reduce la necesidad de arar, lo que les permite ahorrar tiempo y dinero.

Además, cuando los agricultores no practican el arado, la tierra retiene más agua y niveles de humedad, lo que se traduce en menores escurrimientos y mayores reservas disponibles para los cultivos, además de que se necesita menos irrigación.

Inclusive, autoridades de otros países han validado su uso documentando ampliamente su seguridad medioambiental. Por ejemplo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos realizan evaluaciones constantes para asegurar que el glifosato –al igual que otros productos similares– se puedan usar de forma segura.

En resumen, no usar el glifosato limita la actividad agrícola, con consecuencias graves para todo el sector, el cual, el año pasado, en plena pandemia, fue el único que creció en el país.



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