LOS EDULCORANTES DEL MAÍZ

No solo en tu mesa está presente el maíz, también lo traes de la cabeza a los pies

El gobierno federal no ha cumplido sus compromisos de proveeduría de maíz nacional, por lo que se han incrementado los riesgo a las compras consolidadas de maíz y harina, además de desestabilizar los precios para el consumidor final de productos alimenticios, como la tortilla.

Sin embargo, el maíz está presente en muchos otros productos que usamos todos los días, aunque no se note a primera vista, como los productos para el cabello y la grasa de zapatos.

Se trata de los edulcorantes. La refinación e industrialización del maíz producen una gran variedad de ellos y suelen ser muy utilizados gracias a que tienen ventajas como su estabilidad y control de la cristalización. Son especialmente aprovechados por los fabricantes de alimentos gracias a que ofrecen distintos niveles de dulzor, una gama de valores calóricos y otras propiedades importantes, como potenciar muchos de los sabores, especialmente los de cítricos, especias y frutas.

A veces se cataloga a los edulcorantes como algo dañino; sin embargo, la realidad es que se usan para conservar y proteger una gran cantidad de alimentos desde hace muchos años, reduciendo la composición con el agua en todo tipo de productos, desde el pan hasta las mermeladas y jaleas. En las frutas enlatadas, por ejemplo, ayudan a que conserven la textura, mientras que en las congeladas evita que se congelen durante todo su proceso.

En muchos productos de tu despensa.

Otro producto consentido de los mexicanos son las galletas. De acuerdo con la agencia de investigación de mercado, Kantar, en México aman las galletas al nivel de que en 70% de los hogares del país las compran, por lo menos, una vez al mes. Pues los edulcorantes hechos a partir del maíz ayudan a que este producto mantenga su textura y humedad que las hacen deliciosas, además de que le agregan un atractivo color y sabor, lo mismo que sucede con todos los productos horneados que los incluyen también. Y en las bebidas, los edulcorantes se utilizan para darle cuerpo, textura y consistencia. Es precisamente en las bebidas donde más se conoce el uso de edulcorantes de maíz.

Se trata del conocido como “jarabe de maíz de alta fructosa”. El jarabe de maíz de alta fructosa es prácticamente igual al azúcar de mesa o sacarosa, ya que se compone de 50% de fructosa y 50% de glucosa. La fructosa es un azúcar simple que suele encontrarse en las frutas y la miel, mientras que la glucosa es una de las formas más simples de azúcar y sirve como “bloque de construcción” para la mayoría de los carbohidratos.


Y así podemos seguir enumerando a otros productos, como la dextrosa, que evita que los embutidos tengan un sabor salado intenso y ayuda a darles su sabor ácido. Así que si falta maíz o aumenta su precio, en tu despensa no solo dejaría de haber tortillas, sino una gran variedad de productos.

En tu ropa y arreglo personal


Pero no todo se trata de comestibles, ya que los edulcorantes también juegan un importante papel en la industria del vestido. Por ejemplo, ayudan en el proceso de curtido del cuero, porque le da flexibilidad y evita que las cremas pierdan sus propiedades de volumen.


Asimismo, mezclados con ingredientes industriales, se emplean en los productos bioquímicos especiales de valor añadido, como aminoácidos, alcoholes de azúcar, ácidos orgánicos, antibióticos y enzimas. El maíz está tan presente en nuestras vidas que es muy probable que ahora mismo lo tengas de la cabeza a los pies.


Seguramente has leído en alguna etiqueta que el jarabe de maíz también se usa en los productos para el cuidado del cabello, ya que sirve para retener la humedad, mientras que el ácido cítrico del maíz se utiliza para controlar el equilibrio del pH y el almidón de maíz en los champús secos se une a los aceites naturales y reduce la grasa. Y en tus zapatos, la glucosa líquida se añade a la crema para evitar que se apelmace y así el calzado tenga un acabado más brillante.

Ahora ya lo sabes: el maíz es más que tortillas.

México mantiene una importante dependencia a las importaciones de maíz, especialmente del mercado estadounidense, lo que sujeta sus compras al comportamiento de los mercados internacionales.



Deja un comentario