Tortilla y glifosato

¿Por qué puede subir la tortilla en los próximos días?
Factores como la malas decisiones tomadas al interior del gobierno que no toman en
cuenta la realidad que se vive en el campo, además del alza de precios de los insumos
básicos y las fuertes presiones del mercado internacional, hacen imposible impedir por
más tiempo el incremento de importantes productos que forman parte de la base de la
alimentación de los mexicanos, como la tortilla.
Durante 2020, muchos productos básicos tuvieron importantes incrementos, lo cual puede
verse a simple vista al comparar cuánto se gastaba en alimentos y servicios básicos en
enero y cuánto se está pagando por esos mismos productos y servicios en las últimas
semanas.
Pero según los datos oficiales, durante este año, la inflación se ubicó por encima de lo
estimado inicialmente por el Banco de México y, por ejemplo, de acuerdo con el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en octubre este indicador fue de 4.09%.
El incremento de los precios de los insumos básicos se reflejan en las cantidades que
pagan los consumidores finales. Así, por ejemplo, el pan blanco, el pan de caja y el pan
de dulce, tuvieron alzas de precios de entre 6% y 7% anuales, solamente en la primera
quincena de octubre de 2020, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al
Consumidor elaborado por el Inegi; es decir, estos productos subieron por encima de la
inflación.
Los incrementos del pan se deben a factores como el aumento de los precios de los
insumos básicos, como el trigo, ya que, por ejemplo, de septiembre a octubre, el precio
del trigo duro (panificable) subió 10.2%.

¿Cuánto podrá resistir?
Pero hay otros productos, como las tortillas de maíz, cuyos precios han logrado
mantenerse durante el año; sin embargo, esto podría provocar que, en unos días más,
sus precios al público se disparen de manera importante.
Desde abril a la fecha, los precios del maíz al menudeo registraron alzas de más de 10%,
a lo que hay que sumar lo que debe pagarse por combustibles, electricidad y otros
servicios; mientras tanto, la tortilla mantuvo aumentos ligados a la inflación, de entre 3.5%
y 4%, de acuerdo con el Inegi.
Por si fuera poco, además de la pandemia de COVID-19, durante 2020 se vivió en México
sequía y el retiro de apoyos gubernamentales para la agricultura comercial, lo que se
tradujo en un descenso en la producción; asimismo, existe una fuerte presión
internacional sobre los precios internacionales de los granos, entre ellos, el maíz.
Y como México necesita cubrir su consumo de granos básicos, se vio obligado a recurrir a
más importaciones, las cuales, debido al panorama internacional, se han encarecido en
los últimos meses. Estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos
(USDA, por sus siglas en inglés) calculan que, durante 2020, México se consolidará como
el importador número uno a nivel mundial en maíz amarillo, cuyas importaciones crecieron
a 5.3% anual en septiembre.

Una cadena de decisiones desafortunadas
Además de retirar el apoyo económico a la agricultura comercial para dársela a
productores pequeños a manera de programas asistenciales, el actual gobierno ha
tomado otras decisiones que afectan al campo, como la de prohibir la importación del
herbicida conocido como glifosato.
Esta decisión, más ideológica que apegada a la realidad del día a día en el campo,
impacta en el rendimiento de la producción del maíz: Hoy, se importan cerca de 17
millones de toneladas de maíz, pero la prohibición del glifosato podría aumentar esa cifra
hasta en 25 millones de toneladas, calculan expertos. 
Asimismo, el uso del glifosato para los productores agrícolas mexicanos es un factor clave
para garantiza la correcta producción de sus cultivos.
La suma de todos estos factores podría provocar que el precio de un producto tan
importante como la tortilla se dispare en los próximos días, ya que la producción de
alimentos se ha encarecido en los últimos meses, y las autoridades no han tomado
decisiones oportunas para contener esta situación.
Es importante destacar que precio de la tortilla no está regulado por el gobierno, así que
aunque instancias como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aseguren que
no hay motivos para incrementarlo, lo cierto es que la presión que existe detrás del valor
de ese producto –que llega a la mesa de millones de hogares mexicanos– es demasiado
grande.
La tortilla es tan importante en México, que un aumento en su precio se dejará ver en el
otros productos y servicios, así que es una sitiación que afecta a todos los mexicanos en
su conjunto.



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