Agua Chihuahua

Para entender el conflicto del agua en Chihuahua
Debido a un tratado bilateral firmado en 1944, México y Estados Unidos se distribuyen el
agua de los ríos que comparten a lo largo de su zona fronteriza, principalmente para la
producción agrícola de ambos países.
Así, Estados Unidos se compromete a entregar a México cada año 1,800 millones de
metros cúbicos de agua del río Colorado, mientras el Gobierno mexicano debe ceder
2,200 millones de metros cúbicos del río Bravo cada cinco años.
México suele espera casi hasta el fin de ciclo de cinco años para pagar su parte del
tratado; y actualmente tiene un retraso, por lo que debe saldar una deuda de casi 270
millones de metros cúbicos de agua antes del próximo 24 de octubre. Estos pagos se
realizan mediante la liberación de agua de las presas en el lado mexicano de la frontera,
en este caso, desde la presa La Boquilla, que se encuentra en Chihuahua.
La expansión de cultivos de riego ha provocado que México utilice hasta 71% del Río
Conchos —que fluye hacia el norte— cuando el tratado indica que únicamente debería
usar 62% del agua. Asimismo, los productores agropecuarios de Chihuahua, estado
fronterizo con Estados Unidos, quieren conservar el agua para sus propios cultivos.
Los agricultores del lado mexicano temen que si México envía el agua a Estados Unidos
sus cultivos puedan verse afectados por la sequía que desde hace meses golpea a la
región, pero las autoridades de la Comisión Nacional del Agua afirman que está
garantizado el suministro para la agricultura.
A finales de julio, manifestantes incendiaron vehículos del gobierno, bloquearon vías de
ferrocarril y prendieron fuego a casetas y oficinas de gobierno en protesta por la liberación
de agua de las presas locales hacia Estados Unidos. Inclusive, tomaron la presa La
Boquilla.
Ante esto, surgió una tensión que provocó que el Gobierno federal enviara a la Guardia
Nacional para resguardar la presa La Boquilla, lo cual han tratado de evitar los
agricultores y que ya provocó enfrentamientos que arrojaron un saldo de una persona
muerta.
Local contra federal
Sobre el conflicto, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado que Estados
Unidos podría emprender represalias contra México si no se salda la deuda y que las
protestas de los productores son organizadas por la oposición para satisfacer motivos
personales y electorales.
Pero conforme se acerca la fecha límite, el conflicto sigue escalando. El 7 de octubre, el
gobernador de Chihuahua, Javier Corral, dijo que agotará las vías de diálogo e insistirá en
buscar una solución definitiva, pero si no se logra esto, convocará a los chihuahuenses a
conformar un gran frente común.
El gobernador lamentó que, lejos de buscarse una solución, hayan surgido nuevas
represalias contra los productores y el gobierno de Chihuahua, como ocurrió con el cierre
de acequias por la Conagua, en los municipios de San Francisco de Conchos y Camargo.

Asimismo, el secretario de Desarrollo Rural de Chihuahua, René Almeida Grajeda, dijo
que este cierre, además de afectar a pequeños productores de la región, también
impactará en el abasto de agua potable para 30,000 personas de la zona.
Lo que propone Chihuahua
A finales de septiembre, en entrevista con el periódico El Universal, el gobernador Corral
reveló que, en 2019, el acumulado de precipitación pluvial en el estado de Chihuahua fue
de 470 milímetros; en 2018, fue de 491; en 2017 de 454, y en 2016 de 513 milímetros.
“Hoy, a Chihuahua solo le han llovido 198 milímetros, son datos de Conagua hasta agosto
de este año”, comentó.
“Entonces, Chihuahua no puede vaciar sus presas, no puede pagar el Tratado solo
Chihuahua. Ahí lo que propusimos es que el gobierno federal echara mano de los
almacenamientos que tiene tanto en la Presa Internacional como en otras presas, que es
finalmente lo que van a hacer. Nada mas que querían que Chihuahua pagara todo lo que
se debe del Tratado, lo que era un abuso, una arbitrariedad. Y como se empecinaron en
eso ahora nos están echando la caballería encima, primero deslegitimaron la movilización
de agricultores en torno al agua”, denunció.
Hasta el momento, Estados Unidos no ha enviado ninguna advertencia formal a México
sobre este caso ni el presidente López Obrador ha revelado cuáles son las represalias
que señala, pero diversos analistas apuntan que la campaña electoral estadounidense ha
obligado al gobierno mexicano a ser más cauteloso, ya que Washington podría imponer
diversas sanciones comerciales como respuesta.



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