LAS VENTAJAS DE LLEVAR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL AL CAMPO

La inteligencia artificial permite usar datos en tiempo real y de acceso abierto para monitorear, modelar y gestionar los sistemas ambientales a una escala y velocidad que antes no era posible, desde la deforestación ilegal, extracción de agua, pesca y caza furtivas hasta el cambio climático, respuesta a los desastres naturales o agricultura. 

“Queremos comprender los patrones ambientales que podemos observar en los datos que recopilamos; se trata de crear conocimiento y mejorar la comprensión, de explicar”, afirmó Marian Scott, de la Escuela de Matemáticas y Estadística de la Universidad de Glasgow, Escocia, durante la conferencia “Una visión digital de la tierra. Post COP, ¿A dónde vamos?”, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Gracias a esta tecnología, hoy cambió la forma en la que se mide y monitorea el medio ambiente y se abren oportunidades para que los estadísticos, científicos y analistas de datos contribuyan al debate público y político en torno a temas como el logro de cero emisiones netas de carbono, apuntó.

Cuando esto se lleva a la agricultura, se puede encontrar que quienes se dedican a esta actividad no tienen un aprendizaje estático, sino que este depende de una variedad de factores dinámicos, como el suelo, el clima y las distintas necesidades de los cultivos.

Y es que desde hace siglos, la agricultura ha reunido conocimiento con la práctica y una buena lectura de los signos que va mostrando la naturaleza; sin embargo, el cambio climático modificó significativamente todas las condiciones antes conocidas, generando enormes pérdidas.

Solamente en México se perdieron 6 billones de pesos en 2019 por fenómenos climáticos, y si se toman en cuenta los últimos 10 años, las sequías provocaron pérdidas de entre 300 y 400 millones de pesos.

Asimismo, las heladas de 2011 trajeron pérdidas de 3 billones de pesos al sector, y los huracanes provocaron la pérdida de entre 3,000 y 10,000 hectáreas de tierras cultivables en el sur del país.

Durante su participación en el Foro Agroalimentario de México, Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), sostuvo que el cambio climático es uno de los grandes retos de ese sector, por lo que es urgente la modernización del campo.

Es por ello que es importante apostar por las innovaciones tecnológicas en el campo –como la inteligencia artificial– ya que se han vuelto un gran diferenciador a la hora de optimizar el uso de recursos, cuidar el medio ambiente y anticipar imprevistos en tiempos donde predecir con base en herramientas análogas se hace cada vez más difícil.

Es así como nació algo que hoy algunas empresas han bautizado como “ el internet de las plantas”.

Las ventajas

De acuerdo con el reporte “Panorama Agtech en México”, elaborado por Endeavor, en 2020 existían más de 100 Agtech (empresas de tecnología especializadas en los sistemas agropecuarios), como es el caso de la chilena Instacrops, que ya cuenta con operaciones en México y cuya tecnología es utilizada en más de 5,000 hectáreas.

“Pese a que existe de forma natural una resistencia a la tecnología, los cultivadores mexicanos se están abriendo a explorar las soluciones que les puede ofrecer tecnologizar sus predios. A través del monitoreo de parámetros claves en tiempo real y acceso constante a esa información, los agricultores pueden tomar decisiones y prepararse para enfrentar los distintos obstáculos que se presenten durante el periodo de cultivo”, señala Mario Bustamante, CEO de Instacrops.

Empresas como estas reúnen el desarrollo de hardware, internet de las cosas y software para que los agricultores puedan recabar fuentes de datos mediante técnicas de inteligencia artificial y visión computacional, logrando recopilar, sistematizar y monitorear información sobre el campo mexicano en una sola plataforma a la que se puede acceder mediante un celular, computadora o tableta.

Con esto, los productores pueden acceder a recomendaciones y servicios ajustados a las necesidades de cada uno, mejorando así la administración de los recursos gracias a herramientas como sistemas de alertas a través de aplicaciones móviles que envían mensajes sobre temas como nivel de humedad de los cultivos para saber qué días hay que regar y qué días no, permitiendo un uso eficiente del agua y ahorrando hasta 35% de este recurso.

“El uso de tecnología predictiva en el campo no solo permite cuidar el agua en un país que padece más de 70% de sequía en su territorio, sino que puede ayudar a ahorrar otros recursos como energía y fertilizantes. Además, es posible detectar plagas y enfermedades, evitando grandes pérdidas. En cuanto a los eventos climatológicos, es posible predecir con 90% de precisión y 12 horas de anticipación la ocurrencia de una helada, lo que deja un margen de tiempo considerable para prevenir posibles daños”, abundó Bustamante.

La inteligencia artificial es solo un ejemplo de los usos posibles de la tecnología en el campo, pero existen otras que también se pueden aprovechar, como robots que recolectan cosechas, drones que rieguen o sensores que alertan de cambios en las características de la tierra. 

En resumen, la tecnología puede contribuir a erradicar el hambre y mitigar el impacto ecológico de la agricultura, por lo que este sector debe incorporar innovaciones tecnológicas para reducir la contaminación y aprovechar de una manera más eficiente los recursos naturales.



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