El aumento en el precio de las tortillas: La tormenta perfecta

Depende quién lo registre, pero entre 94 y 98 % de los mexicanos comen tortilla y consumen entre 74 y 90 kilos al año de este alimento, por lo que es, sin duda alguna, la base de la alimentación de millones de familias en el país.

Sin embargo, en los últimos meses, el precio de este alimento ha sufrido importantes ajustes al alza. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, durante marzo de 2021, el precio de la tortilla de maíz había registrado un incremento de 6.15%, el mayor aumento desde diciembre de 2017 y por encima de la inflación general anual, que fue de 4.67%.

Pero, ¿por qué está aumentando su precio? Pues porque hay una suma de factores que lo están provocando.

Crecen y crecen

Resulta que los insumos que se requieren para elaborar tortillas de maíz –como la tonelada de maíz, la harina, el gas y la gasolina– han sufrido un incremento de hasta 40% desde hace varios meses.

De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor, en su comparación mensual, el precio de la tortilla aumentó 1.01% en febrero y 2.88% en marzo; para la gasolina, los incrementos mensuales fueron del 4.28 y 2.08%; mientras que para el gas, el incremento fue de 4.59% y 5.21%, respectivamente en el mismo periodo.

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industrial de la Producción de Masa y Tortillas (CNIPMT), la industria de la tortilla ha mantenido durante casi 6 años el mismo costo, a pesar de que el costo del maíz y de los insumos se elevó más de 30% durante ese periodo.

Hoy, basta con ir a la tortillería de la colonia para ver que el precio promedio del kilo de tortillas a nivel nacional se encuentra en 16.18 pesos, mientras que en la Ciudad de México va desde los 14.14 a los 18.00 pesos, según datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).

Por si esto fuera poco, los tortilleros advierten que el precio de este alimento podría llegar hasta los 24 pesos por kilo si permanecen las condiciones actuales.

La dependencia alimentaria

El origen de los altos precios del maíz –el principal ingrediente de las tortillas– tiene diversos orígenes y que ahora, en el contexto de la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19, han creado una especie de “tormenta perfecta”.

Por una parte, el gobierno federal no ha cumplido sus compromisos de proveeduría de maíz nacional y se ha incrementado el riesgo a las compras consolidadas de maíz y harina.

Por el otro lado, México mantiene una importante dependencia de las importaciones de maíz, especialmente del mercado estadounidense, lo cual también provoca que suscompras estén sujetas al comportamiento de los mercados internacionales.

Y hay que sumar que, este año, las condiciones climáticas en Estados Unidos y las perspectivas en el crecimiento de la demanda de maíz estadounidense para la producción de etanol, y particularmente la proveeduría a China, mantienen a la baja los pronósticos en los inventarios de maíz y el alza en los precios.

Además hay factores como los problemas con la generación de energía que, primero, se registraron en el sur de Estados Unidos y que después tuvieron un impacto importante en varias regiones de México.

La dependencia de México del maíz importado es de 37% y es el primer importador de granos básicos, de los cuales, 16 millones de toneladas son de maíz amarillo, el cual se podría producir en el país, lo cual no se logra debido a factores como que los programas públicos de autosuficiencia y seguridad alimentaria no tienen metas y compromisos concretos.

Bajo la lupa

En particular, la falta de proveeduría del maíz de parte del gobierno es un asunto grave. Diversos representantes de la industria tortillera han asegurado que el gobierno federal, mediante Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), ha incumplido su compromiso de vender directamente el grano en línea a las condiciones en las que se ha adquirido a los productores de maíz mediante los programas federales.

En consecuencia, esta situación afecta a alrededor de 111,000 tortillerías del país, las cuales, a su vez, generan entre 100,000 y 300,000 empleos directos. Así que el el precio de las tortillas seguirá en aumento si no se empiezan a solucionar todos estos problemas con el fin de estabilizar los precios por tonelada del maíz, lo cual impactará a los bolsillos de millones de familias en el país que, además, ya no podrán pedir sus tacos “con copia”.



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