- 14 abril, 2021
- Posted by: mxagro_admin
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Ante el decreto emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 31 de diciembre de 2020 -el cual tiene como fin la prohibición del glifosato (uno de los productos de sanidad vegetal más utilizados y productivos para los agricultores mexicanos), y el maíz transgénico-, el aumento de precios de muchos productos de primera necesidad se encamina a ser una realidad.
Sin duda alguna, esta decisión del Gobierno Federal es un golpe prácticamente mortal para la producción nacional de múltiples productos agrícolas, ya que, además de perjudicar a los héroes que día a día laboran en el campo y que han mantenido la base de la cadena alimentaria sólida para que los mexicanos tengamos alimentos en nuestra mesa, hay una dimensión de afectación poco contemplada y la cual afecta directamente al consumidor.
Pero… ¿Cómo es el impacto sobre el consumidor mexicano? La respuesta es muy sencilla: Los derivados del maíz y están presentes en la vida diaria de los mexicanos en alimentos, bebidas, alimentos para bebés, alimento para nutrición animal, medicamentos, vestido, cuidado de la higiene, entre otros.
Economía mexicana, empleos y seguridad alimentaria en riesgo
De acuerdo con estudios, en un supermercado se encuentran hasta 30 mil productos que contienen algún derivado de maíz amarillo. Al menos 20 de ellos, son fundamentales para más de 9 cadenas productivas.
Algunos de las cadenas y productos que tienen altas probabilidades de incrementar sus costos de operación y experimentar aumentos respectivamente, son los siguientes:
- Almidón: Cerveza, panificación, embutidos, medicamentos comprimidos, cartón corrugado, papel, plásticos biodegradables, textiles, detergentes, adhesivos.
- Glucosa: Dulces, caramelos, chicles, gomitas, cerveza, bebidas.
- Dextrosa: Soluciones intravenosas, antibióticos, vitaminas, vinos, licores, enzimas para uso alimenticio y farmacéutico.
- Maltodextrinas: Vitaminas, leche en polvo, salsas, embutidos, alimentos en polvo.
- Sorbitol: Pastas de dientes, enjuagues bucales, crema de afeitar, cremas cosméticas, polvos faciales, confitería.
- Fructosa: Refrescos, jugos, sueros orales, mermeladas, panificación, medicamentos, vitaminas.
- Aceite: Comestible de uso doméstico, uso minería.
- Proteínas/Fibras: Alimentos balanceados (salvado y gluten ricos en fibra y proteína para el ganado lechero, porcícola, aves y mascotas).
Otro tema importante relacionado con este decreto, es el desabasto de maíz amarillo, ya que para cubrir las necesidades de consumo pecuario e industrial en el país que corresponde a 23 millones de toneladas anuales; es necesaria la importación de alrededor de 17 millones de toneladas anuales, provenientes principalmente de EU al amparo del T-MEC.
Si se restringen las importaciones de maíz amarillo, se generará desabasto de productos (materias primas) en las cadenas productivas de alimentos y bebidas, de alimento animal y de medicamentos, entre otras, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la salud de las mexicanas y mexicanos.
La substitución de producción nacional de derivados de maíz y por consecuencia de alimentos, bebidas, medicamentos y alimentos balanceados para nutrición animal, por producto final importado; la inflación en la canasta básica; y la pérdidas de empleos directos e indirectos son consecuencias que estarán presentes por mucho tiempo en México de no revertirse el decreto.