¿Qué depara el T-MEC al campo mexicano?

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor el pasado 1 de julio después de meses de negociación para modernizar el antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual estuvo vigente durante 26 años rigiendo la relación comercial entre los tres países de la que hoy es una de las regiones más competitivas del mundo.

En medio de la crisis económica por la contingencia sanitaria del COVID-19 en el mundo, se espera que este nuevo acuerdo sea positivo para México, fortaleciendo el comercio, promoviendo el crecimiento económico y, sobre todo, conservando un acceso preferencial al mercado más grande del mundo, brindando certidumbre para la inversión y el empleo.

¿Pero qué pasará con el campo? Con el TLCAN, el comercio agrícola entre México y Estados Unidos se multiplicó siete veces, pero ahora con el T-MEC se busca un comercio más inclusivo y responsable que fortalezca la competitividad de México y la región, manteniendo la certidumbre para el comercio y las inversiones.

Mirar a Canadá… y más allá

El T-MEC llega cuando Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de México en materia agroalimentaria.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), 75.7 % de las exportaciones del sector en 2019 fueron hacia Estados Unidos, alcanzando un valor de 29,345 millones de dólares.

El valor del comercio exterior de productos agroalimentarios mexicanos –también de acuerdo con las cifras del CNA– ha crecido 127% en la última década, pasando de 17,801 millones de dólares en 2010 a 38,789 millones en 2019.

Pero hoy, el país busca aprovechar la entrada en vigor del T-MEC para diversificar sus mercados agroalimentarios con el fin de reducir la dependencia del mercado estadounidense.

El Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, declaró a inicios de julio que, por ejemplo, se busca tener más contacto con el otro socio comercial: Canada.

“Si somos tan exitosos con Estados Unidos, ¿por qué no podríamos serlo también con Canadá?”, comentó el funcionario.

Las exportaciones agropecuarias a Canadá representaron 2.2% de lo vendido por México al exterior en 2019, con un valor de 819 millones de dólares.

El siguiente país al que México exportó más productos agroalimentarios fue Japón, aunque el porcentaje fue 2.9 % y el valor de lo vendido no pasó de 1,112 millones de dólares.

México también busca potenciar el intercambio con otros países de Latinoamérica y, hace unos meses, inició con la exportación de uva de mesa a Corea del Sur.

Además, en enero pasado, antes del inicio de la pandemia, México exportó los primeros cargamentos de plátano a China.

“Estamos en contacto con mi contraparte en el Gobierno chino para reactivar una gestión que estábamos haciendo respecto a diferentes productos y, sobre todo, al incremento de los volúmenes de exportación”, adelantó Villalobos.

Los retos del campo

El presidente del CNA, Bosco de la Vega, también declaró a la agencia EFE hace unos días que ve como una gran sinergia el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pese a las amenazas latentes en el acuerdo.

Indicó que las principales preocupaciones del CNA son las demandas laborales, la reglamentación ambiental y las cuotas de estacionalidad, una amenaza sostenida por el representante de comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer.

“Nos preocupan mucho las ofertas políticas por ganar más votación, sobre todo con Florida y Georgia, para que vengan a complicarnos con temas de mecanismos de solución de controversias en el T-MEC”, recalcó.

Los productos más beneficiados con la renovada alianza serán el tequila, la cerveza, los frutos rojos, el tomate, los chiles, las berenjenas, las calabazas, las papayas y los mangos, precisó De la Vega.

Así, México, Estados Unidos y Canadá inician una nueva era en sus relaciones comerciales en medio de un panorama económico nunca antes visto en la historia del mundo, que también representará una serie de retos inéditos para el campo.