La despenalización de la marihuana abriría oportunidades al campo

Hace unos días, la Cámara de Senadores aprobó la nueva Ley Federal para la
Regularización del Cannabis, lo cual prácticamente terminaría con un siglo de prohibición
y criminalización de esa droga.
En términos generales, esta legislación despenaliza el consumo de mariguana hasta 200
gramos, eleva de 5 a 28 gramos la cantidad que puede portar un mayor de 18 años y,
después de esa cantidad y hasta los 200 gramos, solo amerita una sanción administrativa
y una multa de 11,000 pesos.
La aprobación de los senadores llega dos años después de que la Suprema Corte de
Justicia de la Nación declarara como inconstitucional prohibir el uso recreativo de la
mariguana, y todavía debe ser discutida y aprobada por la Cámara de Diputados para ser
enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien puede realizar observaciones
al decreto y, si es el caso, mandarlo a publicar.
De concretarse esta despenalización de la marihuana para uso lúdico, se abrirían nuevas
oportunidades para los campesinos, ya que se podrán producir fibras y textiles que
generarán nuevos ingresos
“Producir fibra de la cannabis será una gran oportunidad, sobre todo por los envases y
textiles que se van a producir y el tema de algunos componentes vía esa fibra; va a ser
ecológica y va a competir a nivel mundial. Muchos países ya la tienen, y si México no la
adopta, se va a rezagar”, declaró Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional
Agropecuario (CNA).
Esta área de oportunidad es tan relevante que ya se dieron de alta dos grandes
asociaciones de producción de fibras y textiles para entrar en ese negocio, reveló.
Además de que también ayudaría a otros sectores, como el médico, esta despenalización
generaría oportunidades para los más necesitados del sector agroalimentario.
Un mercado con potencial millonario
Eda Myrna Martínez Pazarán, presidenta del Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo,
dijo en una entrevista con el diario La Razón que, actualmente, la economía mexicana
necesita recursos para recuperarse tras la crisis generada por la contingencia sanitaria, y
el cannabis representa una buena área de oportunidad.
“Hay una proyección del potencial del mercado de cannabis en México de 5,000 millones
de dólares anuales para 2021, aunque no hay una fuente oficial, por temas de regulación
y prohibiciones; sin embargo, de regularse también podría ser gravable, con una tasa
conservadora de 35% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se
habla de una base de 1,700 millones de dólares”, explicó.
En México, se estima que el valor de mercado de la cannabis durante 2019 fue de entre
1,800 millones y 2,000 millones de dólares, y para 2024 se espera que el gasto legal de
esta planta alcance 43,000 millones de dólares en todo el mundo.

Trabajo conjunto

Para trabajar en la regulación en materia de cannabis en el país, el Consejo Mexicano de
Cannabis y Cáñamo (CMCC) y el CNA trabajan conjuntamente desde hace un tiempo.
Martínez Pazarán destacó la importancia de que se incluya al sector primario en cualquier
discusión sobre la regulación de la industria de cannabis y cáñamo.
“Nosotros estamos esperando que se voltee a ver a un sector, como es el agropecuario,
que desde su origen haría la diferencia en el país al tener una participación sumamente
importante, porque incluiría la siembra, cultivo y cosecha –del cannabis y el cáñamo–”,
aseguró hace unos días durante la Reunión Mensual del Comité Directivo Septiembre
2020 del CNA.
De aprobarse la iniciativa del Senado, se crearía el Instituto Mexicano de Regulación y
Control de Cannabis, el cual se encargará de regular la venta y producción de ese
enervante en el país.
De acuerdo con el dictamen aprobado por los senadores, ese órgano estará regido por un
Consejo Directivo integrado por los titulares de las secretarías de Salud, Gobernación,
Hacienda, Economía, Relaciones Exteriores, Educación Pública, Agricultura, Medio
Ambiente y Bienestar; y una dirección general, cuyo titular será el representante del
Instituto que será nombrado por el secretario de Salud.

Una cadena de decisiones desafortunadas
Además de retirar el apoyo económico a la agricultura comercial para dársela a
productores pequeños a manera de programas asistenciales, el actual gobierno ha
tomado otras decisiones que afectan al campo, como la de prohibir la importación del
herbicida conocido como glifosato.
Esta decisión, más ideológica que apegada a la realidad del día a día en el campo,
impacta en el rendimiento de la producción del maíz: Hoy, se importan cerca de 17
millones de toneladas de maíz, pero la prohibición del glifosato podría aumentar esa cifra
hasta en 25 millones de toneladas, calculan expertos. 
Asimismo, el uso del glifosato para los productores agrícolas mexicanos es un factor clave
para garantiza la correcta producción de sus cultivos.
La suma de todos estos factores podría provocar que el precio de un producto tan
importante como la tortilla se dispare en los próximos días, ya que la producción de
alimentos se ha encarecido en los últimos meses, y las autoridades no han tomado
decisiones oportunas para contener esta situación.
Es importante destacar que precio de la tortilla no está regulado por el gobierno, así que
aunque instancias como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aseguren que
no hay motivos para incrementarlo, lo cierto es que la presión que existe detrás del valor
de ese producto –que llega a la mesa de millones de hogares mexicanos– es demasiado
grande.
La tortilla es tan importante en México, que un aumento en su precio se dejará ver en el
otros productos y servicios, así que es una sitiación que afecta a todos los mexicanos en
su conjunto.