El campo vivió un difícil primer semestre del año

En el periodo de abril, mayo y junio de 2020 se perdieron 983,084 empleos formales en todo el país, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 10 de cada 100 de ellos fueron en la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza.

De acuerdo con las cifras oficiales, en el segundo trimestre del año –cuando la actividad económica se paralizó debido a la pandemia de COVID-19–, se perdieron 95,897 puestos de trabajo en México relacionados con ese sector; y tan solo en junio, en se perdieron 33,088 empleos.

Según datos del IMSS, solamente en marzo pasado, el número de personas contratadas formalmente en el sector agrícola era de 807,608; sin embargo, para mayo, la cantidad había caído a 744,799.

La pérdida de plazas laborales en la agricultura provoca que se recrudezca la precariedad en la que viven las personas que se dedican a esa actividad que es esencial para el país y que está interrelacionada con todas las demás actividades económicas.

Los sectores turismo, manufactura, construcción y comercio concentraron 82.1% de los empleos formales perdidos en el país en el segundo trimestre del año; es decir, de cada 100 despidos, 82 corresponden a estas ramas económicas.

El sector más golpeado por la pandemia fue el de servicios para empresas, personas y el hogar, que comprende restaurantes, preparación de alimentos, hoteles, servicios financieros y alquiler de inmuebles, con una merma de 326,548 plazas (33 de cada 100 empleos). Las industrias de la transformación, donde predomina la rama automotriz, mostraron la segunda mayor disminución, con 219,350 puestos laborales menos (22 de cada 100 bajas en el IMSS).

La contracción de la economía y la agricultura

A nivel macro, la economía mexicana se contrajo 18.9% anual durante el tercer trimestre de 2020, lo cual es su peor descenso en la historia, derivado de la pandemia de COVID-19.

De acuerdo con la estimación oportuna publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), este dato es la quinta contracción consecutiva y surge después de la caída de 2.2% a tasa anual que tuvo la economía de México en los primeros tres meses de este año.

En cuanto a las actividades primarias (donde se encuentra la agricultura y la ganadería), se produjo una caída de 0.3% de abril a junio, frente al mismo periodo de un año antes; asimismo, las secundarias (industria) descendieron 26 % y las terciarias (servicios) bajaron 15.6 %.

La última gran contracción de la economía mexicana había sido de 8.6% en el segundo trimestre de 1995, cuando el impacto del llamado “error de diciembre” provocó una crisis importante a nivel nacional. Y durante la pandemia de influenza AH1N1, la caída más grande a tasa anual fue la del periodo abril-junio de 2009, cuando la economía cayó 7.7%.

El gobierno da esperanzas

A pesar de este panorama, las autoridades gubernamentales tienen un pronóstico alentador para finales de año.

Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), informó que este año la expectativa de producción del sector agropecuario, pesquero y acuícola es de 237 millones 755,306 toneladas, es decir, 4.9% superior a 2019.

El funcionario aseguró que el sector primario mantiene su dinamismo a pesar de lo vivido durante la contingencia sanitaria, ya que se prevé que el rubro agrícola aumente 5.1% (10.3 millones de toneladas); el pecuario, 2.8% (649,100 toneladas), y el acuícola, 2.6% (56,400 toneladas).

En el primer semestre, del año las divisas generadas por exportaciones agropecuarias y pesqueras fueron de 10,541 millones de dólares, lo que significa el valor más alto en 28 años, aseguró. Solamente en junio de 2020, alcanzaron 1,738 millones de dólares, monto 17.5% mayor con respecto al mes anterior y 31.5% superior al mismo mes del año previo.

Lo agropecuario y pesquero mantendrán su participación favorable en la balanza comercial total de México, subrayó Villalobos Arámbula durante su participación en la conferencia diaria de Programas de Bienestar, en Palacio Nacional, el pasado 6 de agosto.